Te quiero compartir un concepto que podría cambiar la forma en que ves tu vida y tus metas. ¿Alguna vez has escuchado de Brian Tracy? Este inspirador autor y orador nos dejó una valiosa reflexión que merece nuestra atención: “Lo que está impreso en su interior y se acepta, siempre se expresa.”
¡Eso es poderoso! ¿Quieres saber más? ¡Acompáñanos en este viaje por el fascinante mundo del subconsciente!
Primero, pongamos las cosas claras: todo lo que somos o llegaremos a ser es resultado de lo que está sucediendo dentro de nuestras mentes. ¿Te parece sorprendente? ¡Es más! Las creencias son tan poderosas que pueden cambiar nuestras realidades externas. Esta es la base de la Ley de la Correspondencia, que sostiene que nuestro mundo interno tiene una correspondencia directa con nuestro mundo externo.
Por otro lado, tenemos la Ley de la Atracción, que afirma que cualquier pensamiento que mantenemos en nuestra mente el tiempo suficiente, lo atraemos. Por lo tanto, si nos enfocamos en el éxito y la felicidad, es precisamente eso lo que atraeremos.
Todos nosotros tenemos un concepto de nosotros mismos, una mezcla de creencias que determinan todo lo que nos ocurre. ¿Te has preguntado alguna vez si las creencias que tienes realmente te están sirviendo? ¿Están alineadas con lo que quieres ser, hacer o tener? Cambiar es un proceso, y para iniciar este camino, debemos empezar cambiando nuestro concepto de nosotros mismos, es decir, aceptando nueva información que modifique nuestras creencias.
Pero hay un par de obstáculos en este camino del “llegar a ser”. El primero es la homeostasis, ese deseo natural de nuestra mente de permanecer constante. El segundo es la “psicoesclerosis“, el endurecimiento de la actitud que nos lleva a tener ideas fijas. Ambas nos hacen caer en la trampa de la rutina y nos encierran en la zona de confort. ¡Es hora de romper con ello!
Tenemos dos grandes poderes a nuestro favor: el poder del amor y el poder de la sugestión. El primero moldea nuestra personalidad y destino, el segundo funciona desde incluso antes de nacer, influenciando nuestra personalidad y nuestras acciones futuras.
A esto, añadimos la Ley del hábito, que dice que si no tomamos una decisión específica para cambiar un aspecto de nuestra vida, tenderemos a continuar en la misma ruta. Junto con la Ley de la emoción, que sostiene que todas nuestras decisiones están basadas en nuestras emociones, podemos entender cómo nuestras acciones están determinadas por el temor y el deseo, las dos emociones dominantes.
Por eso, si queremos cambiar, necesitamos enfocarnos en lo que realmente queremos y mantener nuestra mente fija en nuestros deseos. Así, la ley de la concentración y la ley de la expresión trabajarán a nuestro favor, y lo que creemos se convertirá en nuestra realidad.
Por último, tenemos la Ley de la Reversibilidad y la Ley de la práctica o repetición. La primera sostiene que si creamos artificialmente un estado emocional o sentimiento, desencadenaremos las leyes de atracción y correspondencia para lograr nuestros objetivos. La segunda, por su parte, nos recuerda que la repetición es la clave para desarrollar nuevos hábitos. De hecho, se dice que para formar un nuevo hábito se necesitan aproximadamente 21 días.
Aquí es donde entra la Dieta de 21 días. ¿Y qué significa esto? Simple: Mantén tu mente, tus conversaciones, tus sueños y tus sentimientos centrados en lo que quieres y aléjalos de lo que no quieres. Suena fácil, ¿verdad? Bueno, la verdad es que requiere de dedicación y compromiso, pero los resultados son inmensamente gratificantes.
La pregunta más importante que debes hacerte es: ¿cuánto quieres lo que quieres? ¿Realmente lo anhelas? Si la respuesta es un rotundo sí, y lo quieres con una intensidad ardiente y un deseo inquebrantable, entonces no hay nada en el mundo que pueda impedir que lo consigas.
Porque recuerda, “lo que está impreso en tu interior y se acepta, siempre se expresa“. Eso significa que cada pensamiento positivo, cada emoción, cada sueño y cada acción que se alinea con tus deseos, imprime en tu subconsciente la certeza del éxito. Y eso, amigos, es el verdadero poder de reprogramar tu subconsciente para el éxito.
Así que, ¿estás listo para iniciar este viaje de transformación? Recuerda, cada pensamiento cuenta, cada emoción influye y cada acción nos acerca a nuestras metas. Es hora de reprogramar nuestro subconsciente y tomar las riendas de nuestro futuro. ¡Hagamos de esto una realidad juntos!
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Hola Luis, bendecido día me encanto el artículo si me inspira hacer cambios positivos cada día es una nueva oportunidad para aprender, agradecer y crecer. Con gusto lo comparto! Y gracias por ser luz y un gran faro de inspiración de muchos. La repetición es la clave para desarrollar nuevos hábitos y más si lo hacemos con intención, con el corazón y con acción en amor. Cambiar es un proceso, y hay que disfrutar ese camino con pasos firmes y gran entusiasmo. En la vida se nos presentan obstáculos que hay que verlos como oportunidades para crecer. Namaste! Muy cierto lo que creemos se convertirá en nuestra realidad, hagamos de este presente continuo el cambio que queremos ser para el mundo.